Los adolescentes que sufren cualquiera de éstos acosos lo pasan verdaderamente mal, hasta el punto de querer quitarse la vida y lo que realmente me pone enferma es que no habría acoso si las personas no le siguiesen el juego al acosador y ayudasen a la víctima.
Sí, a lo mejor éstas chicas y chicos metieron la pata haciendo lo que no debían, pero eso no debería desembocar en una tragedia. Desgraciadamente esto es así hoy en día porque aunque me cueste creerlo, hay mucha gente cruel en este mundo y no podemos hacer nada para evitarlo. Con ésto solo pretendía abriros un poco los ojos y hacer que os pongáis un poco en la piel de los que lo pasan verdaderamente mal.